Deleuze es un tipo al que le gusta hablar difícil, esto salta a la vista cuando tratamos de entender un minúsculo párrafo de su autoría.
Pero no todo está perdido, el cuestionamiento, que sí amerita hacerse, es: ¿ Vale la pena hacer estos esfuerzos para comprender a este distinguido francés? Por una catarata mental surgen interrogantes ( que atentan a los fines prácticos) tales como: ¿Qué sentido tiene hacer esto? ¿Me estaré perdiendo algo realmente grandioso y brillante? ¿Estoy alienado por los mass media a tal punto de estar completamente idiotizado para no comprender la profundidad de tales palabras? ¿ Por qué escriben lo que escriben los filósofos? ¿Para quién lo hacen? ¿ Las instituciones favorecen el pensamiento crítico?
Bueno, observo que haciendo estas humildes preguntas saco algo más interesante aún de lo que yo esperaba. Pongo en evidencia con honestidad lo que a mí me pasa con un texto, porque de eso se trata ¿no? de lo que un texto produce, no por lo venerable en sí.
Sobre si vale la pena comprender a Deleuze, creo que poco importa. Parecen responder a este interrogante varias instituciones.
Después de todo, tal vez nadie esté muy seguro del por qué de tales cosas.
El único Papa que lloraremos
Hace 5 días
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